jueves, 23 de abril de 2015

Sentimientos

En este proceso de vivir soltera, siento tantas cosas, no se si también forma parte de los cambios hormonales...pero me siento mal, porque al llegar la noche, no extraño, no pienso y no siento la ausencia del papá de mi hijo, a pesar de lo mucho que amo dormir acompañada, ahora recordé lo mucho que me fascina dormir sola y girar por toda la cama sin tropezar con alguien más jejejeje.

He aprendido al igual que antes, a volverme loca con mis tiempos, todas mis actividades están basadas en mi fé, pero sobretodo en mi esperanza de que todo va a estar aún mejor...

Pienso que las experiencias que he tenido al salir con otras personas, no sólo me han permitido darme la oportunidad de vivir decepciones inmediatas, sino también me han dado la oportunidad de valorarme como persona y saber que no es en cualquier momento, ni con cualquier persona que debo volver a confiar en el amor de pareja.

Es sólo que al llegar ese momento libre, sólo pienso en él...es tanto mi afán de sólo amar a Dios, aferrarme a Él para amarme a mi misma...que cuando llega ese instante de soledad, sólo pienso en él y en mis motivos para hacerme la fuerte y no salir corriendo en medio de la noche a buscarlo y pedirle que me abrace. Sé que es sólo un gran gusto físico, y que al mismo tiempo se que estando conmigo a pesar de su inmadurez, saca de vez en cuando su lado sencillo y noble...es querer estar a su lado, esperando estar presente cuando sea el mismo, y no esa apariencia de persona vale madre con la que suele andar a diario...

Pero recuerdo que por mis propios temores y por mis valores no quise ser sólo mujer de una noche, y que después de enfrentarlo, nunca volvió a buscarme...y supongo que es porque no le intereso para una relación, por el simple hecho de que desea estar solo para ser libre y nada más.

Todo esto pasa por mi mente al estar libre...pensar en alguien que no piensa en mi, a quien quiero acompañar y cuidar, sabiendo que eso no es sano, puesto que el no me ofrece nada, porque ni la noche que me ofreció, se encuentra disponible, puesto que yo me di mi lugar; es como recordar mi experiencia con Arturo, es volver a esa edad, es revivir esa experiencia donde di todo de mí, y que en ese momento creí no haber recibido nada...y hoy a pesar de que han pasado 4 años de esa relación, hablamos y recordamos cada momento, asimilando que todo lo que dije, di, vivimos, él lo grabó en su memoria, no lo olvidó, no me olvidó...y ese sentimiento de cariño absoluto, aun persiste.

Debería aplicarme y hacer lo mismo? ser yo quien termine de dar el paso? ser yo quien invierta en amor esperando cosechar amor de pareja, real y formal....o como las mujeres normales que valen millones, debo aferrarme a esperar a que llegue un hombre que me guste más, que me conquiste y me haga sentir en las nubes? cómo hacen ellas para no ir corriendo trás una aventura que sólo es incertidumbre? Lo único bueno que le veo a esto, es que la persona es tan sincera que termina siendo cinico, pero vale más eso que la mentira. El punto es, estoy lista para la posibilidad abierta de que su sinceridad tan inmensa me lastimeo me rechace?

Tengo miedo, sigo con miedo, el temor paraliza, y ese mismo temor...hace que ese gusto, sólo sea eso, un gusto :(

Lo relevante de todo esto, es que a pesar de haber salido ya con 5 personas, ese hombre, ese gusto, no se me quita de la cabeza...y está tan presente en mis pensamientos que no pienso en nadie más...

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