miércoles, 6 de julio de 2011

Como son las cosas!

Entre pestes y culebras así se guía el caudal de mi vida...
Que puede ser más impredecible que el gastar dinero, hoy hay mañana no hay...
Pensar que antes las galletas que se compraban con sólo sonreirle a papá, ahora te las tienes que ganar y no sólo con trabajo, sino también portandote bien con los demás...
De verdad que ser niño es sencillo, crecer es dificil, cada golpe de la vida se torna más duro con el paso del tiempo, a veces cobardía otras valentía...
Pero el punto es el mismo, vivir luchando...que acaso no dice la Biblia que la lucha no es contra carne ni sangre, sino contra principados y huestes de maldad? Entonces? Qué pasa?
Empiezo a cansarme de todo, ya nada me entusiasma, ya no es la vida linda, dulce y llena de dicha...
Es la vivencia de la realidad, la pesada realidad que a veces sólo sirve para deprimirnos y no tanto para que nos regocijemos en levantarnos con más ganas después de una dura batalla...

Es extraño cumplir los sueños de la niñez: una casa, un matrimonio, una carrera, un negocio, un trabajo y a la vez sentir que eso es nada porque una discusión estúpida por algo sin sentido ya te arruinó el día...

O que alguna persona te diga lo "tonta" que eres simplemente por no pensar como ella...
No hablaré de justicia, porque quién soy yo para decirlo?
Sólo Dios podría decir y decidir entre lo justo y lo no tan justo, o quizá necesario....porque...en verdad es justo y necesario???

Quisiera pensar menos y hacer más...hacer más sin que me digan que tengo que pensar, tanto tiempo desperdicio pensando, haciendo estrategias...todo para qué?

Para cambiar un sistemás burocratico, capitalista que por mí no vendrá a cambiar!

Por querer hacer participe a la sociedad de mi felicidad y que resulte que su moral es tannnn elevada que soy casi casi de lo peor por casarme con el hombre que amo!

O quizá por no conocer lo suficiente a mi esposo y desde antes del matrimonio, enviarlo a terapia de compradores compulsivos?

No voy a cambiar ni el sistema, ni la sociedad, ni la idiosincracia carmelita, ni mucho menos haré que la cabeza hueca de mi marido se llene con correctos proyectos! Sólo me resta pensar menos, actuar más y empezar a ser egoísta---

Al fin y al cabo así es cómo son las cosas, y como deben ser las cosas!

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